Un tio simpático, gracioso y serio, como su abuelo carpintero, nacido en Chamberí de madre madrileña y enamorado del Mediterráneo que le unía a su padre inmigrante en Barcelona, del que fuese hijo póstumo. Autoexiliado a Argentina para habitar en paz con su mujer y su hija ilegítimas cuando no había alternativa al divorcio. Al cumplirse diez años de su muerte Radio Nacional, en ese lujo de proyecto de la radiodifusión pública española que es Documentos RNE, dirigido por Juan Calos Soriano, le ha destinado un reportaje con material de su archivo sonoro: Miguel Gila, un tio de humorun documental de Julia Murga. Gran oportunidad para oir de labios del humorista y de algunos contemporáneos una semblanza de su vida asimismo de algunos gags. 10 años sin Gila: uno de sus dibujos en "Hermano Lobo". Qué capacidad de supervivencia la de un tio que se salvó de un pelotón de fusilamiento en la guerra civil (?aquí se acabó la anécdota de Miguel el Gilipollas?, pensó al oír os disparos fallidos frente a él), y que compartió cárcel y aniquilamiento físico y anímico con el poeta Miguel Hernández, haber llegado a convertir su afición al dibujo, con el apoyo del director de la revista La Codorniz Miguel Mihura, en profesión. En este semanario firmaba XIII en os años cuarenta y era ya tan gracioso con su humorismo absurdo iconográfico como lo llegó a ser enseguida sobre os escenarios de teatros y salas de fiestas en calidad de actor-autor, faceta en que se le recuerda especialmente por su apreciación antibelicista. Dice en serio: ?Más que las heridas, más que las balas, más que la muerte, más que el frío, más que os piojos, más que la sed y el hambre, yo creo que lo que más pesa cuando estás en el ejército es la humillación?. Con sus diálogos y monólogos cómicos se ganó de la apreciación del momento la calificación de ?Miguel Gila, una bomba del humor?.
miércoles, 14 de enero de 2015
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario