Estaba el científico en la cocina, cuando de repente se oyó un mayor estruendo, ¡¡¡¡¡¡BOOOOOOMMMMMMMMM!!!!!!, ala a beber pol saco la cocina, con la mala suerte de q uno de los cristales se incrustó en la cabeza del científico, desde entonces sería EL CIENTÍFICO LOCO. El maldito tio nada mas sentir el tremendo dolor, no se le sucedió otra cosa que intentar quitarse el pedazo de cristal, y diáfano esto le produjo más dolor, convirtiéndole en más loco. Se puso a hacer experimentos genéticos con ratas y monos, mezclando sus sangres, hasta que consiguió hacer un engendro humanoide que sería capaz de llegar a otros planetas, visitando a esos cachondos extraterrestes de cachondina, el planeta del amor. El científico, asimismo sentía un deseo de sangre impresionante, así que llamó al móvil de drácula para preguntarle y aprender el oficio de vampiro. El engendro humanoide que creó el científico, fuese creciendo... y creciendo... y creciendo..., hasta que ya no le cabía en casa, así que tuvo que mandarle a cachondina, el planeta del amor. Una vez allí, el engendro humanoide se enamoró de una cachondinesa, la hizo el amor, y tuvieron mas engendros humanoidocachondinesos, que a su vez tuvieron mas y mas hijitos, y asi hasta completar un total de millones y millones de engendros humanoidocachondinesos, los cuales decidieron invadir la tierra, y vengarse de su creador, el científico chiflado, que era feliz tomando sangre, y otras cosas mas fuertes, hasta que el científico pudo sacarse el cristal de la cabeza, y comprobó que todo se trataba de una pesadilla, una pesadilla muy mala, pero algo real, pues sentia ansias de sangre....
miércoles, 2 de abril de 2014
Mucho humor, Cuentos de un cientifico loco
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