M: Como esta es vuestra primera reseña conjunta y, por lo tanto, dialogada, deseamos realizar constar una cosa. Es una simple opinión, reflejada en clave de humor. No pretendemos ofender ni molestar a nadie. DH: Al fin y al cabo, vosotros también podéis abandonar vuestras opiniones... Y si en determinado universo paralelo resulta que un autor lee vuestros desvaríos... que sepa que siempre estamos abiertas al debate. M: Y dicho esto empecemos con la reseña. Cincuenta sombras de Grey. El libro del que todo el mundo habla. Millones de copias vendidas en todo el mundo. Y miles de fans que quieren colocar un Christian Grey en sus vidas. Vamos, que es la pera. DH: ...o así nos lo venden. Nosotras no hemos quedado muy... ¿cómo decirlo, siguiendo la temática del libro? Complacidas. No hemos quedado complacidas. M: No hemos encontrado demasiado... placentera la lectura. Antes de que empecéis a recoger piedras para lapidarnos por esta infamia, dejad que os expongamos nuestras criticas. Vamos a... fustigar un escaso a E.L. James. DH: Para los que no lo has leído, esta es la anécdota de una chica usual que conoce a un multimillonario y... Espera. ¿Esto no recuerda sospechosamente a un cuento de hadas? Campesina conoce a príncipe, príncipe empieza a ver algo en la campesina... Si le quitamos el sexo, ¿no es eso lo que nos queda? M: Sí, salvo que en espacio de zapatitos de cristal, hay fustas. Y látigos. Y dilatadores anales. Vamos, que el señor Grey tiene más accesorios que la Barbie. DH: Claro. Excepto por eso, Mr. Grey es el príncipe azul que toda chica querría tener. Quiero decir, miradlo bien: está forrado, es inteligente, tiene sentido del humor... y toca el piano. Un leve residuo del personaje que fuese antes de recibir su nombre actual. ¿Cómo? ¿Que no sabéis de qué estoy hablando? M: Seguro que sí. No es como si se molestasen demasiado en ocultarlo. Cincuenta sombras de Grey antes era un fan fic. Un fan fic de crepúsculo. Esto, en principio, no tendría por qué ser malo. No estoy demasiado familiarizada con los fan fics de Crepúsculo, pero he leído algunos de Harry Potter que emocionarían a la mismísima J.K. Rowling (y a Steven Spielberg también). El asunto llega, cuando tomas las personalidades de varios personajes que ya tienen lugar y les cambias el nombre. ¿Qué te queda? El mismo perro con diferente collar. DH: Los paralelismos están ahí para quien quiera verlos. Creo que hasta podríamos realizar una lista con ellos. La llamaríamos "Cien semejanzas entre Crepúsculo y Cincuenta sombras de Grey". Pero no os estropearemos la diversión, así que dejaremos que las descubráis vosotros. M: Usual que haya comprado acciones... Tiene que recuperar de cierta manera el dinero gastado en la compañía. Me lo imagino llamando a la fábrica (porque supongo que esa porción no la venden en las farmacias) y diciendo: Mandadme cuarenta cajas. No, cuarenta son pocas. Que sean cincuenta. DH: ¡De ahí lo de Cincuenta sombras! M: Todo tiene sentido al fin. Pobre Grey. Ya lo hemos castigado bastante. Hablemos de Bella/strike DH: O, como la hemos apodado, la de la triple personalidad. Y no es un eufemismo. Entre su diosa interior y su conciencia, no sé cómo puede oirse hablar. M: No lo hace. Y eso explica muchas cosas. Yo soy muy fan de su diosa interior. Deberían pensar en mandarla a los JJOO, seguro que ganaba la medalla de oro en gimnasia. ¡Que tía! Todo el día dando volteretas. DH: Anastasia es... bueno, la tontería personificada. Sin perdón. Seguro que habréis oído la expresión "ser una Mary Sue". Pues la protagonista de este libro es la definición gráfica de ello. Todo el mundo la adora, todo pequeño viviente desea ser su novio, y, sin comerlo ni beberlo, se ve de esclava sexual de un millonario que le consiente todos los caprichos. ¡Y no importa que sea una torpe o que en el siglo XXI no sepa manejar un ordenador! Se le perdona. Porque es la prota. M: Me quito el sombrero, señorita Heart, yo no podría haberlo explicado mejor. Otro personaje sería Kate... La amiga buenorra e hiperprotectora de Ana. ¿Qué decir de ella? Pues no mucho. Me deja totalmente indiferente. Idéntico que Emmett Elliot. Lo más destacable es su también desquiciante uso de la palabra nena. Personalmente, de toda la novela, solo me cae bien un personaje. El ciclista. DH: Si has leído la novela sabréis de qué personaje (un espontáneo, sin duda) estamos hablando. Es el alma de la fiesta. Es una pena que no hiciera bien su esfuerzo y dejara en coma a alguien. Al menos eso le debiera dado un escaso más de argumento al libro. M: Pero, ¿qué dices? La novela tiene argumento. Esta la fracción de... Y también esa en que... Sí, mujer, cuando están en... Follan. Eso es lo que hacen. Triscar. Nada más y nada menos. Así que hablemos de sexo. (Alza las cejas en plan sugerente) DH: Por favor, Morrigan, no me hagas esas proposiciones aquí, delante de todos. M: Dark, por favor, no me asustes. Sabes que estoy muy sensible desde que leí este libro. Llevo días sin poder amenazar con pegar a alguien. M: Pobre yo. Soy muy inocente. Como Ana... Bueno como Ana no. Porque ella es una diosa del sexo. No importa si es su primera o su décima vez. Ella domina el arte del folleteo con maestría. Lo cual es bastante general en las novelas eróticas/románticas. La diferencia es que nos lo venden como algo rompedor. Algo casi prohibido que nos escandalizará y arrebolará nuestras mejillas.Es verdad. Me he ruborizado leyéndolo. De la vergüenza ajena cuando Grey dice eso de: "Yo follo. Duro." Diáfano que sí, campeón. DH: Bueno, una nota debe ser incrustada aquí. Las novelas eróticas han existido desde hace siglos. Sí, siglos. No tiene nada de rompedor. Y sí, no importa lo que diga nuestra vecina del segundo: es novela ERÓTICA. No romántica. No he leído nada menos romántico desde la enciclopedia Larousse que hay en mi casa. De todas formas, inclusive como novela erótica deja bastante que desear. He leído anécdotas de highlanders que son mucho más... sugerentes. Y, ya que estamos, bastante mejor escritas. M: Highlanders de ojos grises... (Fantaseando) ¡Vayámonos a Escocia a buscar Highlanders! DH: Espera, ¿no piensas decir nada más? El otro día hablabas de Plinio y de que si todas las anécdotas tenían algo bueno... M: Maldito Plinio... Siempre metiendo las narices. Es verdad, Cincuenta sombras de Grey tiene cosas buenas. Como la broma recurrente de: "Porque puedo". O el tema de los e-mails que se envían Ana y Christian. DH: ... pues yo creo que si Plinio debiera leído Cincuenta sombras de Grey hubiese cambiado su dicho para añadir: excepto este libro. Este libro no. No, no. Es broma. A mí me encantó el detalle de la última página. El del punto y final. M: Sin duda. Un punto y final conmovedor. Yo lloré de alegría. Y hablando de puntos finales... ¡Vamos a realizar las maletas! Adiós, queridos míos. Os enviaremos una postal desde Escocia. 1.5/10 Un libro que te mantendrá cálido en invierno... si lo tiras a la chimenea. Más tarde, en Escocia... DH: Te dije que se nos olvidaba algo... ¡La máquina del tiempo! M: Sí, claro. Ahora será culpa mía por no haberlo pensado antes. ¡Ojalá conozcas a un Grey! DH: Ahí te habéis pasado tres pueblos. M: Tienes razón, lo siento.
viernes, 4 de abril de 2014
Bromas y Chistes, Cincuenta sombras de Grey - E.L. James
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