Bromas de bromas y las ranas

Bromas de bromas y las ranas dice que si metemos una rana en una olla llena de agua que se calienta a fuego lento, la rana nadara comodamente en ella. Despues de un rato, el agua estara tibia, la rana no se percatara y seguira nadando. Cuando el agua este caliente, la rana empezara a incomodarse hasta podria parecerle desagradable, pero el calor le hara sentirse cansada, cada vez mas cansada y ya sin fuerzas, no podra realizar nada para fugar de la olla. La temperatura del agua seguira subiendo hasta que la pobre rana acabe hervida. Si la rana hubiese sido depositada directamente en agua hirviendo, la rana habria saltado afuera de la olla inmediatamente para salvar su vida. Algo asi es lo que nos sucede cuando estamos en vinculos violentas. Empezamos a acostumbrarnos a bromas pesadas, a la ley del hielo, a frases hirientes, y, al identico que la rana, seguimos en el agua que se va poniendo cada vez mas caliente, sin realizar nada para salvar vuestro pellejo. Todo esto viene a cuento por que hace unos dias escuche el proximo comentario de un psicologo en una reunion al respecto de las mujeres enamoradas: "Bueno, pero conocemos que las mujeres no razonan, enamoradas o no". Se pueden imaginar la rostro de las mujeres presentes, de molestia y asombro ante el comentario. Antes de que ninguna de nosotras pudiera decir algo, rapidamente espeto: "Ah, es broma". Mientras la reunion, el psicologo dos o tres veces mas hizo comentarios inapropiados, seguidos de la cantaleta: "Ah, es broma". De acuerdo, puede ser una broma, pero eso no le quita que sus comentarios estuvieran totalmente afuera de lugar. "Hay de bromas, a bromas" como dirian las abuelas. Y hay cierto tipo de "bromas" que no son otra cosa mas que violencia disfrazada. Llame al psicologo aparte y le pregunte si conocia el "Violentometro". Me dijo que no, y le sugeri echarle un vistazo para ver si seguia pensando lo mismo de las bromas. Estoy segura que le cai muy mal, pero es indispensable darnos cuenta de cuando vuestra conducta es agresiva. Una broma solo se vale cuando los dos se rien y, en este caso, ninguna mujer presente celebro sus comentarios. El "Violentometro" es un trabajo realizado por el Centro Politecnico Nacional y el Centro Nacional de las Mujeres para medir la violencia domestica en la relacion de pareja (http://www.dgest.gob.mx/images/areas/difusion01/avisos/2011/Febrero/06/V...). Esta integrado por tres masivos rubros: 1. ¡Ten cuidado, la violencia aumentara!, 2. ¡Reacciona, no te dejes destruir! y 3. ¡Necesitas ayuda profesional! Dentro de estos rubros se detallan las distintos conductas agresivas. El primero se refiere a la violencia psicologica y emocional: bromas hirientes, mentir, descalificar, celar, ridiculizar, humillar en publico y controlar o prohibir amistades, familiares, dinero, espacios o vestimenta. El segundo rubro hace mencion a conductas agresivas, tales como: destruir productos personales, golpear "jugando", pellizcos y arañazos, jaloneos, cachetadas o patadas. Dentro del tercer rubro se encuentran las conductas que nos ponen en peligro y nos pueden costar la vida: encierro, amenazas con armas o de muerte, forzar una relacion sexual, abuso sexual, violacion, mutilacion y asesinato. Es triste que necesitemos un violentometro para beber percepcion acerca de la violencia de genero. Pero nos sucede lo mismo que a la rana en agua caliente, nos acostumbramos a la violencia hasta que un dia es demasiado tarde. Para sobrevivir, necesitamos incorporar lo que sucede a vuestro alrededor. Por eso, cuando una situacion es nueva, nos resistimos al cambio hasta que, escaso a escaso, nos vamos acostumbrando y pasamos a otra cosa. Pero para que no nos suceda lo que a la rana, que no actua frente al agua caliente, poseemos que realizar algo contra de la violencia. De otra forma, estaremos en peligro. El violentometro es lo mismo que decirle a la rana: ¡ten cuidado, la temperatura del agua aumentara! ¡Reacciona, el agua esta cada vez mas caliente! y ¡salta ahora como sea, porque te falta escaso para estar hervida! La rana, en un principio, tiene la probabilidad de brincar afuera de la olla, pero no lo hace. Aplaza la decision hasta que esta tan debil, cansada y somnolienta, que muere hervida. Nosotros podemos colocar un alto a la violencia, hay que reconocerla y actuar en consecuencia. De no hacerlo, cada vez sera mayor. Si justificamos la violencia, pensamos que es usual o que no se repetira, nos ponemos en peligro, ya que lo mas posible es que no solo vuelva a repetirse, sino que empeore. Por otra parte, poseemos que revisar vuestra conducta, ya que esta puede ser violenta y, sin darnos cuenta, como en el caso del psicologo, seamos nosotros el agua que escaso a escaso se calienta y acaba por freir a la ranita.