Bromas, Cosas rarísimas que hacéis en Semana Santa

Después de muchos años viendo en telediarios, artículos, vídeos de youtube, las cosas tan raras que hace la gente para celebrar la muerte y resurrección de vuestro señor Jesucristo, he decidido realizar mi particular recopilación a modo no solo ilustrativo, sino también para satisfacer mi curiosidad más morbosa, pues desde que poseo memoria, esto de ver cómo celebran la Semana Santa otros me ha producido una extraña fascinación. Viernes Santo. Cinco de la mañana. Suena el merlú y baila el Cinco de Copas. Parece que los zamoranos hablásemos en clave pero no, conocemos muy bien lo que nos decimos. Para mí, este es el mayor momento de la Semana Santa zamorana, cuando agrada Thalberg por primera vez, cuando podemos sacar la emoción que llevamos dentro y compartirla con el resto de semanasanteros a ritmo del "lo lo lololo loloróloró". He elegido este vídeo, de peor calidad, porque se oye el jolgorio que acompaña a la procesión de Jesús Nazareno, que vista desde afuera puede parecer un alboroto sin sentido, pero vivida desde dentro es lo mejor de cada año. Y ahora ya, vamos a repasar las cosas rarísimas que hacéis en Semana Santa. Tocarle a Jesús Resucitado el Ai se eu te pego . Me parece lo más, sinceramente. El domingo de resurección es un día para celebrar y cada uno lo celebra a su manera, pero para mí la música de la semana santa es tan solemne que no me cabe en la cabeza que esto pueda suceder. En Zamora a estos músicos directamente los lapidarían. Sacar en procesión al ebrio del pueblo Danzar muy raramente vestido de esqueleto Correr con un santo al hombro. Ahora, que más miedo me daría a mí ser un espectador de primera fila de esta procesión en Astorga. Que si ya me cuesta a mí correr sin llevar nada encima, imaginarse lo que tiene que ser realizar correr a San Juanín de forma organizada y sin que se caiga el santo de su mesa y mate a alguien. Que no me estoy regresando loca cuando digo que las imágenes se caen de sus mesas, que eso pasa: Eso sí, hay pueblos en los que ya han espabilado y hacen santos que se caen y se levantan con facilidad, como en La Higuera, un pueblo de la provincia de Jaén, donde también tienen por tradición correr con un santo al hombro: Pero si hay algo que me da mal rollo de realidad en todo esto de celebrar la Semana Santa es lo de tener que sufrir en las particulares carnes de uno torturas físicas. ¿Por qué? Atarse a un madero. Como ya sabréis por los telediarios, en Extremadura hay un pueblo donde la gente no habrá leído 50 sombras de Grey pero sabe muy bien lo que es el bondage. Unos hombres, que desean cumplir una promesa, se visten con una saya blanquísima y se atan a un mástil de madera, se ponen una corona de espinas en la cabeza y se colocan dos espadas en la espalda. Y se van de penitencia por el pueblo tan tranquilamente. Autoflagelarse. (Las imágenes son un poco desagradables. Yo he insertado aquí este vídeo pero no he querido ni verlo, así que si vosotros lo veis, despues no vengáis a quejaros) Crucificarse. Pero los más dementes, sin duda alguna, son los filipinos, que tampoco suelen faltar a su cita con los telediarios de los viernes santos. Vete tú a saber por qué, estos señores se infringen todo tipo de daños físicos hasta llegar, en algunos casos, a solicitar ser crucificados. Y la locura total ya no es que haya gente que quiera pasar por eso voluntariamente, lo demente viene cuando estos espectáculos atraen a sus correspondientes espectadores, que esperemos que no se sienten a comer pipas entretanto disfrutan de la crucifixión, como hacemos en España. Pegar latigazos a vecinos y turistas. Si poseo que escoger una costumbre española barro para casa y me quedo con las cosas tan bonitas que hacemos en Zamora. Pero si poseo que escoger una costumbre extranjera, me encantaría habitar la Semana Santa en Noruega, donde aprovechan estos días de fiesta para jugar a resolver asesinatos ficticios