Humor absurdo, ¡OH KALIKATRES SAPIENTÍSIMO! DEL ATENEO DE MADRID AL CIELO

La Codorniz  de inicio donostiarra, pero no uno más, pues logró un estilo personal de alta calidad en el dibujo y la expresión verbal.  Además, idéntico que Mihura, sintió la seducción del teatro y escribió algúnas piezas. Es una lástima que solo a su fallecimiento se le dediquen lugares informativos y no antes, aunque sea la muerte una contumaz percha, ya descrita por Proust, que usa el periodismo para ponerse el traje de gala de historiador. Sirva este recuerdo póstumo para animar a revisar la forma de descifrar el jeroglífico de la vida que lega Kalikatres, un orgullo para el tramo del humor gráfico. Personalmente le recordaré en el Ateneo de Madrid, agradeciéndole que me brindara su firma como socio para ser admitida en esta catedral laica, aunque finalmente mi acelerada vida de periodista enganchada al esfuerzo no me dejara acogerme a bendito.