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lunes, 17 de febrero de 2014

Mucho humor, El origen no pagano de hawollen

Noche de Halloween. Siento discrepar una vez más, no es una fiesta de origen pagano, es una fiesta pagana en la actualidad. Tan pagana como pueda ser Año Nuevo, los Carnavales, algunas procesiones de Semana Santa, el día de la Madre en mayo, etc…
   La descristianización de fiestas cristianas sí es responsabilidad nuestra, y dejárnoslas robar también.
   No voy a defender la fiesta actual, menos sus costumbres, y menos aún los elementos gore y satanistas de unos, los wicca y neopaganos de otros o los comerciales de la mayoría. Quizá otro año, que no me coja el toro, nos centramos en ver como podemos volver a cristianizar una fiesta que así lo fue en sus orígenes. Tan católica que fue perseguida por ello tanto por los puritanos de Cronwell, como por los fundamentalistas evangélicos de USA, porque remitía a los santos y a las almas del purgatorio.

   De veras que lo siento, pero no es cierto que el 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos (All Hallows’ Eve = víspera de todos los santos) fuese fijada por la Iglesia para cristianizar un festival sangriento celta irlandés de culto a los muertos, el Samhain. Es más, no hubiese pasado nada, se hizo con otras festividades, pero no es este el caso. Más bien es al contrario, quizá costumbres celtas colonizaron la festividad de Todos los Santos, vampirizando la fecha, tal como ocurre con Día de los Muertos, que se celebraba a finales de agosto según el calendario mexica, y ‘lo trasladaron‘ al dos de noviembre aprovechando que era Día de los Difuntos.

   Lo expliqué mejor el año pasado, Cuando Halloween era católico (I), recomiendo su lectura, en ella queda todo más hilado (aconsejo también leer también los comentarios, arrojan más luz). Hoy quería incidir en el tema con algunos datos más.

   El Samhain

   La literatura neopagana nos la presenta como una de las grandes fiestas del año celta. Hasta aquí se puede admitir sin matices; poco más, el resto es invención.

   Para empezar, las fechas. Suelen situarla el 1 de noviembre, y por tanto su víspera, Halloween, el 31 de octubre, como inicio de las celebraciones. Sinceramente, no lo creo, intentaré demostrarlo.

   Conocer cómo cuenta y cómo mide el tiempo un pueblo es fundamental para intentar entenderlo, es de las primeras tareas que emprenden los investigadores. Del calendario celta se sabe poco, que era luni-solar y que con mucha probabilidad dividía el año en dos mitades, la etapa oscura, noviembre-mayo, y la luminosa, mayo-noviembre (hasta el descubrimiento del calendario de Coligny no se sabía ni esto). Al ser luni-solar ningún mes empezaba como nuestros meses. Y las divisiones de tiempo, tampoco. El día 1 de noviembre es un día tonto desde el punto de vista histórico, climático o aómico. Lo lógico es que hubiesen situado la fecha del inicio del «frío y la oscuridad» en la transición equinoccial: el punto medio entre el equinoccio de septiembre y el solsticio de invierno, es el 5 de noviembre, no el día primero.

   Las pocas referencias al festival celta del Samhain coinciden que terminaba en torno al 11 de noviembre, diez días de celebración parecen excesivos, algunos textos hablan del «Triduo Samhain» —Trinox Samain—, por lo que también se sitúa la fiesta en torno al 7 de noviembre. Una semana está bien para una fiesta agrícola-ganadera. Vendría a ser como nuestro «San Martín», las fiestas de la matanza en la que los hogares acopiaban para pasar el invierno, tanto del campo como del ganado.

   El centro de las fiestas era más agrícola que de culto a los muertos. Hay pocas bases históricas que respalden la teoría de que los celtas creían que en esas fechas la frontera entre vivos y muertos era más delgada. En cambio hay muchas que apoyan las del fin de la cosecha y preparación para el invierno. Por ejemplo, uno de los juegos folclóricos más comunes era el «juego de la manzana», y no porque se relacionase con la diosa romana de Pomoma —como vuelven a mantener los neopaganos—, más bien porque principios de noviembre es la recolección de la manzana.

   El mito de Samhain como gran dios celta de los muertos es un invento del XVIII, tal como señala el experto en paganismo Ronald Hutton en The Stations of the Sun. Y todas las conexiones con el druidismo son invención de William Stukeley, un simpático ínglés muerto en 1765 que se autonombró archidruida. En pocas palabras, las fuentes primarias sobre los celtas son muy escasas y no detallan nada. Lo demás es literatura, y no de la buena.

   Yo me pregunto: los que alegremente describen los supuestos rituales celtas y todos los clérigos y bienpensantes que lo asumen, ¿cómo lo saben?

   El primero de noviembre

   ¿Y por qué se celebra entonces Todos los Santos el 1 de noviembre?

   En las Iglesias orientales se celebraba una conmemoración especial por todos los mártires de las persecuciones paganas. San Efrén de Nísibe (373) menciona en la Carmina Nisibena que se celebraba el 13 de mayo. En el siglo V en las iglesias sirias se celebraba el viernes posterior a la Semana Santa y en las griegas el domingo siguiente a Pentecostés.

   La iglesia latina, que en principio también lo celebraba el domingo siguiente a Pentecostés, se inclino por el 13 de mayo. En este caso sí que es probable que para hacerlo coincidir con una fiesta pagana, el final del festival de las Lemuria, que en el calendario juliano eran los días 9, 11 y 13 de mayo, fiestas en las que los romanos realizaban ritos de exorcismo de espíritus malévolos y se honraba a los muertos. El 13 de mayo del 609 o 610 tuvo lugar la última lemuralia, el emperador bizantino Focas ‘regalaba’ el Panteón, dedicado a los dioses romanos, a Bonifacio IV, que lo consagraba como Sanctae Mariae ad Martyres. Era el primer templo pagano convertido al culto cristiano.

   Gregorio III (731-741) trasladaba la fecha de mayo al primero de noviembre en los primeros años del pontificado, con ocasión de la dedicación de la capilla de San Pedro para las reliquias «de los Santos Apóstoles y todos los santos, mártires y confesores, y de todos los justos». En cualquier caso era sólo una traslación local para la Iglesia de Roma. Según Martirologio de Tallaght en Irlanda se celebraba el 20 de abril, así que mucha intención de usurpar el Samhain no había. El motivo del traslado parece ser que fue tan prosaico como poder alimentar a los peregrinos, era más fácil después de la recolección (noviembre) que en primavera.

   Ado de Viena (875) cuenta en sus crónicas la consulta de Gregorio IV (827-844) a Ludovico Pío acerca de la conveniencia de extender la fiesta del 1 de noviembre a todo el Imperio Franco. O sea, tampoco nada que ver con temas celtas irlandeses. Es el propio emperador que «a instancias del papa y el asentimiento de todos los obispos» el que decreta la fecha del primero de noviembre a toda la cristiandad.

   Se me volvió a ir el tiempo. Para la próxima vez cuento algo del también origen cristiano de la costumbre de disfrazarse que se remonta a las danzas macabras, o la relación del truco-trato con el «Día de Guy Fawkes», relacionado dolorosamente con el catolicismo y cómo no aparece en su forma actual hasta 1920.

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