Se trata de un producto largo, casi podríamos hablar de un libro o de embrión de un libro que un día me gustaría tener tiempo para darle formato de eso precisamente, de libro. Durante casi 26 años he trabajado en una organización burocrática y todavía esfuerzo en ella y, aparte de trabajar, me he destinado a contemplar. A contemplar con mirada crítica, con mirada sociológica y, cada vez que hallaba un comportamiento característico, un patrón, una tendencia, la apuntaba en ese ?cuaderno de pensamientos? que jamás se separa de mí y despues reflexionaba acerca de esa idea, de si era cierto que se cumplía el fenómeno con relativa frecuencia y cuáles eran las motivos de que el fenómeno existiera. Todas las leyes cumplen con el mismo esquema, primero un enunciado, cierta definición previa si la hay y la justificación o demlostración de la ley. Ojalá los guste. Ley del copipaste Justificación: Nada ha hecho más feliz al personal administrativo que el invento del procesador de textos, que faculta corregir sobre la marcha, ver cómo va a quedar el documento antes de imprimirlo, escoger entre decenas de tipos y dimensiónes de letras, escoger entre múltiples formatos de documentos, completar formularios y el fabuloso copiar y pegar, entre otras muchas posibilidades. Operaciones que eran impensables con las antiguas máquinas de escribir. Hispano-Olivetti ?Lettera? como la que heredé de mi padre y que acumula polvo en el desván de mi casa Y, además, puedes escribir tantos ejemplares como quieras, os lectores más mayores se acordarán del papel carbón o de las multicopistas, maneras ancestrales de realizar copias que ya sólo se encuentran en os museos. Recuerdo que cuando era niño y gobernaba Franco, en aquel telediario en blanco y negro de televisión española que presentaba entre otros, Pedro Macía ? recientemente fallecido -, se decían noticias como esta: la Brigada Político-Social ha desarticulado hoy en Madrid una célula de la Organización Revolucionaria de os Trabajadores a la que se le ha incautado abundante propaganda subversiva y una multicopista?. Entonces mi imaginación infantil volaba abierta y pensaba que la multicopista era determinado tipo de ametralladora con trípode que os malignos revolucionarios esos guardaban con aviesas intenciones. El principal asunto es que si copias un texto de un documento a otro tienes que tener en cuenta lo que debes cambiar y que ya no vale para el nuevo. Por ejemplo es muy general tener que cambiar fechas, nombres, cantidades, etc. Aunque la fundamento del texto sea fija siempre hay cierta fracción variable y es aquí donde se suele producir el error. Siempre se cuela determinado nombre que no coincide o cierta fecha que ha variado, cuando no cosas peores. Cuando el receptor se da cuenta de este tipo de yerros y llama al emisor suele decir: ?¿qué?, ¿ha sido un yerro de copiar y pegar??. Lo realmente malo es cuando se cuela el gazapo, es decir, el receptor no se da cuenta y el yerro pasa y llega a determinado jefe con mala leche. Puede tener consecuencias desagradables. Así que copiar y pegar sí, pero con cuidado. Otra dispositivo muy provechoso del Word es la dispositivo de autocorrección, es la que varía prodigiosamente una palabra mal escrita por su correspondiente escrita correctamente, por ejemplo, tu escribes ? en un alarde de ignorancia ortográfica o impericia tecleando ? ?a basto? y Word automáticamente te lo varía por ?abasto? y así con multitud de palabras y cuando no es capaz de corregirlas automáticamente y detecta una incorrección te subraya la palabra en rojo ? si el asunto es ortográfico ? o verde ? si el asunto es gramatical - y te da alternativas para corregirla. ¡Es muy difícil escribir mal con Word!. No obstante, esta dispositivo también tiene sus problemas, a veces sustituye palabras que estaban bien escritas por otras, también bien escritas, pero que no son la que querías escribir. Me acuerdo de una historia graciosa, una vez recibí un escrito de la Sección ?Copular? de una embajada. La realidad es que no sabía que existían tales secciones en las embajadas, prometían ser muy divertidas sobre todo para el personal soltero. En verdad la sección a la que se quería mencionar el escrito se designa ?Sección Consular?. Yo creía que el autor del escrito había estado haciendo una gracia y que el subconsciente le había jugado una mala pasada a la hora de escribir, pero no, despues descubrí que no era así. Unos meses después estaba repasando un escrito que había hecho yo mismo y me encontré con ?Sección Copular? en el texto, y yo sabía que mi subconsciente no era el culpable así que empecé a escribir mal la palabra ?consular? a objetivo hasta que encontré el error. Resulta que la tabla de palabras de la dispositivo de autocorrección gastaba esas bromas y cambiaba la palabra ?cosular? ? evidentemente mal escrita - por ?copular?. Si no me creéis haced la prueba. Ley del hay que salvar de vez en cuando Justificación: Parafraseando al buen Jesús, ?quien esté abierta de culpa que arroje la primera piedra?, pero, ¿a quién no le ha pasado esto cierta vez?, ¿quién no ha lanzado exabruptos que asustarían a un legionario cuando ha perdido la mitad de un informe o unos párrafos que le habían costado el desgaste de miles de neuronas y que está seguro de que al reescribirlos no le van a quedar igual?. Este asunto era una auténtica pesadilla en os primeros tiempos de la ofimática, cuando os ordenadores empezaban a echar a las máquinas de escribir de las oficinas. Y lo era por dos razones, porque no existía la cultura informática que ahora en común poseemos y porque os proyectos de entonces - ¿alguien se acuerda del Word Star? ? eran mucho menos amigables para el usuario y menos eficientes que ahora en salvar al usuario de sí mismo. Actualmente, cuando por ejemplo se va la luz porque tu compañero ? ese que siempre mete la pata ? tropieza con el enchufe de tu ordenador, Word recupera automáticamente una versión muy reciente del texto en el que trabajabas. Es altamente recomendable para eludir este tipo de desgracias tener configurado el Word para que salve automáticamente en períodos cortos de tiempo.
lunes, 3 de noviembre de 2014
Bromas de Adultos, Las Leyes del Word
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Podrías de decir que el post está sacado del blog "Sociología Divertida"
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