Una sociedad que no sabe reírse de si misma, no debería definirse como una sociedad. O sí, pero más del tipo S.A. o S.L? de las aburridas, vaya. Si hay algo que diferencia al ser humano de los animales o las plantas es precisamente el humor y el disfrute del mismo: ese mecanismo que nos faculta superar traumas, aligerar carga emocional, relajarnos y en muchos casos, decir las cosas más claras que si habláramos con voz seria y tono monocorde. Más o menos, creo que todos estaremos de acuerdo en lo que he dicho aquí arriba. Vale, menos las hienas, pero creo que este blog no lo leen hienas (los guionistas somos más las gacelas). Pues bien, en la sociedad valenciana, en este país (o Comunidad, o territorio o región o como demonios quieran, en su propia enfermedad, llamar a este pedazo del mapa, señores) no conocemos reírnos de nosotros mismos. La vuestra no es una sociedad sana: no conocemos reírnos de nosotros. Y utilizo el plural porque, al fin y al cabo, el plural viene a sustituir lo que pasa de forma general. Saber, conocemos. Pero no nos dejan. Cuando a los falleros se les llena la boca diciendo que Las Fallas celebran la socarronería y el humor valenciano en una apreciación mordaz a lo que ha pasado mientras el año, la realidad es que todo se queda en 2 ninots grotescos de Rita Barberá y alguno, todavía, de Felipe González o Zaplana disfrazado de faraón y escaso más. Pártase usted la caja amb el cor encés en flames Y mientras, en los verdaderos géneros de expresión popular, teatro y televisión (del cine valenciano ya ni hablo, que me da la risa) ¿qué pasa? Pues pasa que en teatro se censuran obras que hablan en clave de comedia de la situación político-social de la actualidad en un circuito que depende en un 90% de teatros autonómicos y municipales. Y pasa que en televisión, NO SE PUEDE realizar humor. Sí, bueno, se puede realizar? AutoIndefinits. Un proyecto de sketches que bien podría doblarse al extremeño sin que perdiera ningún sentido el 90% de los sketches. Que de tan blanco que obligaban a realizarlo, podría acabar siendo un aviso de detergente (en el que estupendos guionistas se golpeaban día tras día contra la censura y aun así sacaban pepitas de oro). Y se puede meter cierta cuñita puntual, ligera, disimulada, en determinado proyecto no específicamente de humor. Esas gotitas de ?buen humor? (algo que intenta Gormandia cada semana). Pero ojo si pretendes realizar humor con mayúsculas. Ojo si quieres un proyecto de sketches satírico. O simple coña (como intentó, de forma light, Selecció Natural) Ojo si quieres realizar humor de la actualidad. Y ya no digo si pretendes realizar humor sobre las fallas o el mundo fallero. Porque entonces, no eres bienvenido. En mi carrera he podido laborar en otras televisiones autonómicas y créanme, lo de ?esto pasa en todos lados?? no es cierto. Esto sólo pasa aquí. Sólo aquí llevamos décadas en televisión sin poder realizar ni un chiste político. Un chiste social. Un sketch de sátira. Algo como esto: O como esto: Los ejemplos no son al azar. Uno es de una televisión de una autonomía donde la crispación política tiene muertos sobre la mesa. La otra es de una televisión de una autonomía que tiene políticos en el banquillo. Para la primera de las 2 trabajé casi 2 años. En un par de proyectos de humor (no, no es el enlazado, ?Vaya Semanita?, eran otros). Allí, un guionista valenciano como yo hacía chistes sobre Arzalluz, Ibarretxe, Anasagasti, las pifias del Lehendakari (gobernaba el PNV entonces), sobre Batasuna, HB, costumbres vascas, modos de vida vascos, personajes públicos? y por supuesto sobre PP, PSOE, IU, España, Iglesia, etc? y JAMÁS en los dos años que estuve hubo siquiera una llamadita de atención. Un ?oye? idéntico os estáis pasando?. Ni un ?oye, tira para acá?. Nada. Que no digo que las haya, que las habrá, pero servidor no las tuvo. Podría ahora colocar el ejemplo de que en la televisión que se hace aquí sí tienen lugar esas llamaditas en los proyectos de humor. Pero es que, como ya os he dicho, en Canal 9 directamente NO EXISTEN proyectos de humor. No podemos reírnos de nosotros. No podemos ni siquiera provocar una llamadita. No desean que ocurra ni remotamente. ¿Quién tiene miedo? ¿Quién tiene complejo? ¿Por qué? Al final, en un recurso que debería reflejar, proteger reflejamos una sociedad acomplejada y paranoica, de sentimiento de ofensa sencillo y orgullo mal entendido. Una sociedad enferma: porque no nos dejan beber la vacuna del humor. P.D: Omitan los chistes de que en Canal 9 sí hay lugares de humor, ¡que les veo venir!
viernes, 12 de septiembre de 2014
Chistes y Humor, NO SOMOS UN PAÍS DE RISA
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