En todos los tiempos las sociedades divididas en clases y las autoritarias (en cualquiera de sus formas) han generado, generan, estructuras estratificadas en relación tanto a la reproducción del poder como en cuanto entrada igualitario a las cláusulas necesarias para el desarrollo de la persona humana. Estos dos campos de disputa han sido, y siguen siendo, los que explican buena fracción de los conflictos sociales, los que explican las motivos por las cuales la revolución tecnológica no finaliza de generar las cláusulas para una modificacion radicalmente democrática de la sociedad. La emergencia de los estados ? nación constituyó una respuesta política a estos conflictos. Al mismo tiempo que producían ingenierías jurídico - políticas para posibilitar la formación de instituciones que facilitaran la organización de la sociedad según afinidades identitarias o con fundamento en intereses comunes, administraban los conflictos de clase de modo de encausarlos democráticamente, esto es, sin niveles de violencia que inviabilizaran su desarrollo. Luego, las disputas territoriales por los recursos naturales, la competencia entre naciones por ocupar lugares preponderantes o hegemónicos en el intercambio comercial y cultural, en la generación y apropiación de riqueza devino en maneras más sofisticadas de amortiguación de los conflictos de clase al interior de esas naciones: nacionalismos, singularismos étnicos o religiosos, infinidad de guerras imperialistas cada vez más destructivas y costosas. Estudiamos la historia, la escribimos, para poder considerar la evolución del ser humano y de la sociedad en relación a las maneras que le posibiliten superar estos conflictos. En el transcurso de la anécdota hasta el presente, los jóvenes caían en estos escenarios de disputa según la clase social a la que pertenecieran y las características de la sociedad que les tocara en suerte o en desgracia y en general, no disponían de alternativas de ruptura que produjesen transformaciones duraderas. Ayer nomás, en Mayo del 68 en Paris, en las universidades de EEUU, Londres, Montevideo o Santiago de Chile, la Primavera de Praga, y otros procesos parecidas constituyeron las primeras y muy breves micro anécdotas en las que la rebelión contra esa especie de ?imposición del destino manifiesto? produjo fenómenos políticos, sociales y culturales importantes, de casualida no tan importantes como las revoluciones americana, francesa, inglesa o rusa pero que esencialmente revalidaban una costumbre democrática occidental. Desde entonces hasta hoy el rol de los jóvenes en la sociedad ha cambiado sustancialmente aunque su acción política o cultural ha sido relegada como consecuencia de que la agenda global se concentró en temas más asociados a la redistribución del poder geopolítico que a los dificultades asociados al espacio del individuo en la sociedad y a la solución de las diferencias al interior de cada uno de los Estados - nación. Hasta ahora. Hasta el mundo de hoy en el que un conjunto de fenómenos que es riesgoso enunciar pues es casi imposible no caer en generalizaciones demasiado abarcativas modifica radicalmente en rol de los jóvenes en la economía y la sociedad. En todo caso pueden señalarse algunos fenómenos, determinadas ideas, a las cuales el lector podrá agregar otras que considere esenciales. 1.- En los siguientes diez años el mundo cambiará tanto como en los previos cien. Esto se explica por la aplicación de la inteligencia colectiva en red a todas las actividades humanas y por la incapacidad de las naciones más desarrolladas por imponer ya las cláusulas globales del comercio mundial. 2.- Los instrumentos para una inserción eficiente en la nueva economía que emerge son esencialmente el conocimiento en común y el conocimiento profundo y la maximización en la utilización de las nuevas tecnologías cibernéticas en particular. 3.- Las maneras de asociación entre los individuos en todos los campos, pero particularmente en los procesos de producción, creación y entrada al conocimiento serán significativamente distintos a los actuales. Lo comunitario organizado tendrá tanta importancia como lo empresarial privado; los tejidos de intereses serán cada día más aceleradamente supranacionales en todos los niveles de la acción humana, particularmente en occidente. 4.- La reformulación de los marcos conceptuales con fundamento en los cuales los jóvenes participan de la aventura de habitar será sustancialmente innovadora en relación a la democracia (la política y su relación con el Estado) y a los afectos, el vasto mundo de las vinculos interpersonales. 5.- Durante un tiempo de casualida prolongado, pero no mucho gran a diez años, los distintos niveles de partida desde el punto de vista del desarrollo económico de las sociedades pautarán todavía las características de los conflictos de los jóvenes de distintos extracciones sociales con su ámbito y con los movimientos globales. Pero ya tienen espacio y se pronunciarán un par de tendencias. Los jóvenes de hoy tienen un par de dificultades que son el fruto de saber lo que no desean: no desean laborar nueve horas por cuatrocientos, quinientos dólares, y no desean que les enseñen, los ?disciplinen?, sin quererlos. Esto modificará dramáticamente a los sistemas educativos y a las vinculos de producción, pues los mismos constituyen el punto de partida desde el cual las nuevas generaciones lograrán insertarse placenteramente en el mercado laboral o participar de experiencias emprendedoras. En los países que no logren anticiparse a estas nuevas demandas se producirán graves conflictos. 6.- Las maneras de insertarse en la sociedad según valores religiosos, o dogmáticos de cualquier naturaleza; la maneras de relacionarse con el otro que participa del mismo paisaje humano y de las mismas inquietudes, las maneras de participar del proceso de formación de la personalidad, las maneras de entretenerse, divertirse, disfrutar de las energías de la adolescencia serán reformuladas por los jóvenes que vienen en direcciones que en comienzo me inclino a pensar no lograrán ser encausadas por las lógicas del poder aplicadas en los últimos cien años. En el presente, como ya fuese pronunciado en notas previos tiene espacio un neurótico conflicto, estresante, desgastante, entre la capacidad de los jóvenes de buena fracción del mundo de vislumbrar las transformaciones que se vienen y la incapacidad de la política entendida como mera gestora de los intereses de los tramos privilegiados de la sociedad por abrir causes culturales y organizativas a una nueva pluralidad de intereses. Aunque se expresan de forma distinto según el estado de crecimiento o estancamiento de cada una de las economías nacionales las acciones de los jóvenes tenderán a confluir hacia nuevas demandas democratizadoras supranacionales. Parte del conflicto se explica por la tendencia de las sociedades a reproducir los valores que fueron hasta hace escasos años hegemónicos y en los cuales los jóvenes no se sienten representados y por la ausencia de referentes e instituciones que sean capaces de albergar la pluralidad de valores e intereses que aparecen de la nueva economía y de la ausencia de paradigmas totalizantes que dejan tras de sí las crisis tanto del socialismo real como del capitalismo neoliberal. Durante esto ocurre, entretanto este vacío tiene lugar, la acción de grupos de poder no democráticos descubre lugares de manipulación ? el narcotráfico por ejemplo, el consumismo acrítico, el entretenimiento pasatista ? pero el potencial de búsqueda de la dicha a través de la inserción en la nueva economía que es casi exclusiva de los jóvenes producirá nuevos fenómenos culturales que muy seguramente reorienten la acción política de las juventudes de todas las clases sociales hacia maneras de vida más enriquecedoras y hacia nuevas maneras de organización de las sociedades. No es casual que en la producción televisiva y cinematográfica para adolescentes producida en espacios tan distintos del mundo como Malasia, India, California, N. York, Buenos Aires, Londres, o Rusia, los asuntos son los mismos. El conflicto entre el vacío, la incertidumbre por un lado y nuevas búsquedas de sentido, la reformulación de las maneras de afectividad e inserción productiva en la sociedad por otro. Ante vuestros ojos tiene espacio una modificacion civilizatoria, una transición entre modelos de sociedad. Durante esa transición se desenvuelve, los conflictos entre jóvenes de distintos extractos sociales y costumbres culturales y entre los jóvenes y las generaciones mayores pueden ser muy violentos y producir fenómenos como los conflictos entre ?tribus urbanas? o un recrudecimiento de las viejas disputas sexistas, primarias, en el ?marcaje del territorio? de cada cual en la sociedad. La entidad de esos conflictos dependerá de la inteligencia o no de las elites en cuanto a informar la razón profunda de los mismos, la capacidad de encausarlos en avenidas civilizatorias dependerá de la capacidad de las elites políticas y sociales de anticiparse en la identificación de los rasgos principales del mundo que viene para producir políticas que favorezcan la emergencia de nuevas democracias y un nuevo orden mundial. Dependerá de la capacidad de las dirigencias políticas y de las autoridades educativas, de los referentes culturales para ?apadrinar? a los huérfanos de la vieja cultura, que eso son los jóvenes de hoy, en el sentido de orientarlos sin pretensión de adoctrinamiento alguno, pero facilitándoles las cosas para formarlos en el espíritu crítico, el rasgo más revolucionario de la cultura emanada de la costumbre greco ? latina. Lo demás es anécdota. Nota. El inicio de estos apuntes fuese el análisis de dos episodios que tuvieron como protagonistas a jóvenes uruguayos en una trifulca entre ?tribus urbanas? en las inmediaciones de un Instituto Comercial que concluyó con la muerte de un muchacho de 16 años y la salvaje actitud de cuatro marinos que vejaron en Haití a un muchacho escaso mayor. Más de un lector formuló apreciaciónes al mero hecho de relacionar ambos hechos y sdeterminados consideró ?traído de los pelos? que a dividir de esos episodios se pretendiese excolocar una reflexión sobre las motivos hondas que a mi juicio están detrás de ellos. En todos los tiempos han tenido espacio conflictos entre jóvenes, en todos los tiempos han tenido espacio atropellos por fracción de militares contra población civil indefensa, se sostiene y es cierto. Pero en el proceso de preparación de propuestas culturales que contribuyan a un desarrollo civilizatorio de las sociedades a efectos de generar las cláusulas para ir superando esos comportamientos ?primarios? de lo humano no es productivo abandonar de colocar en evidencia que la solución de fondo a esos comportamientos no depende en el estado actual de la sociedad de meras acciones disciplinadoras de las instituciones educativa, policial, militar o judicial sino de una correcta y honda reflexión sobre las motivos últimas que explican la reproducción de esos conflictos y acciones en los últimos dos mil años. Lo nuevo, lo realmente nuevo, reside en que el conocimiento adquirido y acumulado por el ser humano genera las condiciones, de casualida por vez primera en la historia, de superar los comportamientos en la tribu humana emanados de la preeminencia de las lógica de supervivencia y que ello obliga a diseñar proyectos político ? culturales que recojan lo más apreciado de la costumbre crítica, democrática, de occidente, a efectos de que los jóvenes protagonicen despues el proceso de modificacion que hay que saber, será conducido por ellos o bien con el apoyo afectivo de las generaciones protagonistas de la vieja historia, o bien contra ellas. Por ello, tanto estos apuntes como otros publicados aquí formarán parte, editados, desprovistos de los fenómenos coyunturales que los desencadenaron del libro ?La izquierda que viene? que me apresto a escribir este verano. Creo, finalmente, que todo lo que podemos aportar a las nuevas generaciones son los instrumentos de una apreciación cultural que les permita identificar las ideas, creaciones y estructuras que posibilitaron un desarrollo civilizatorio y aquellas que lo obstaculizaron. A modo de ejemplo, mi apreciación a los valores culturales que promueve el discurso sexista vulgar de la ?cumbia? rioplatense, (resultado verdaderamente de décadas de exclusión social) no es una apreciación a un genero musical, tan válido como cualquier otro, sino una apreciación a los discursos que desde un pretendido elogio de la diversidad deja de promover el espíritu crítico en relación a lo que favorece o dificulta el entrada a mejor calidad de vida y disfrute de la aventura de habitar a todos los integrantes de la sociedad
martes, 8 de julio de 2014
Bromas y Chistes, Bromas Pesadas... III y final.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario