Bromas y Chistes, El luminoso regalo, de Manuel Vilas

Ya serán menos los jajás cuando otras muchas editoriales de corte más literario y con más prestigio (prestigio en lo suyo, se entiende) que Grijalbo se están apuntando toditas todas al carro del guarrindongueo (si una palabra se puede descubrir en Google ya sirve para este blog) de la literatura sobre sexo. Así, Anagrama con sus Furores íntimos, Tusquets con Las poseídas o Alfaguara con El luminoso obsequio ¿Y cómo no? ¿Por qué no? ¿No estamos obsesionados con el sexo? ¿No vivimos por y para el sexo? A día de hoy, cuando vuestros políticos posan desnudos en las portadas de las revistas lúdico festivas No había leído nada de Vilas (¿en qué he gastado yo mis anteriores años de vida? ¡si os juro que no he dejado de leer!), pero le escuché hace escaso en la radio que ahora le "ha apetecido dejar la nocilla el posmodernismo y reconvertirse en un escritor decimonónico". Pues bien, decimonónica, lo que se dice decimonónica, no me ha parecido: no solo porque la mayoría de la literatura del siglo XIX era bastante más pacata que esta novela sino también porque el autor no deja de jugar, graciosa y originalmente, con una metaficción que siempre le he presupuesto como principal seña de identidad de su escritura (es la risa, por ejemplo, ver cómo el escritor hace que sus personajes confundan al escritor gallego as con el autor de s u último poemario o cómo El luminoso obsequio ¿De qué va? De sexo. O sea, de todo y nada y del infinito que se descubre en un orgasmo: Víctor Dilan (joder qué revival del norteamericano, entre los Vila(s)-Matas estos, en tan escaso tiempo) es un alto y rubio escritor y brujo sexual que un día, después de haberse tirado a millones de tías de manera extramarital, descubre a otra bruja alta y rubia con nombre de reminiscencias bíblicas, una mujer a su altura en cuanto a ninfomanía que le cambiará la vida y le obsesionará hasta tal punto de comenzar así su debacle moral, mental y social (entre las mil y un referencias que valientemente cita Vilas no se descubre Nabokov's Lolita ¿Es el sexo tal y como hoy lo vivimos un luminoso obsequio o una enfermedad que nos destruye? ¿Nos libera o nos condena? ¿Es un artículo cultural o un impulso biológico? ¿Un acto de amor o de egoísmo absoluto? ¿Sintoniza mejor con el capitalismo más De esto va El luminoso regalo. ¿Respuestas? Ninguna que pueda satisfacer a aquel que sea tan tonto de abrir un libro buscando que le den pistas del porqué del mundo o una solución para su propia imitación del calentamiento global. I'm sexy and I know it ¿Os la recomiendo? ¿Os interesa el sexo como asunto intelectual? El protagonista de la novela (pese a ser reputado escritor y exdirector del Instituto Cervantes de Roma) no perdería su tiempo en léersela, sino que se metería en una página porno como esta