Cuando vas a dormir 21 noches afuera de casa, sabes de antemano que te vas a gastar un buen fajo de boletos en dormir debajo techo. Pero, cómo de gordo? Nos interesaba llevarlo claro, sin embargo éste fuese uno de los gastos más complicados de prever. Por más blogs, webs y foros que visitamos, resultó muy complicado ponerle un número al presupuesto del alojamiento. Lo que sí sacamos en diáfano fuese que lo de lanzarse a la autopista sin reservas en los moteles no era ninguna locura, al menos en los primeros estados que cruzaríamos. Así que en comienzo olvidamos un escaso el asunto y nos pusimos a otras historias, hasta unas semanas antes de marchar. Ya metidos en julio reservamos los hoteles, primero en Miami, y despues en Nueva Orleans y Las Vegas. Fueron las únicas 6 noches que llevábamos cerradas desde España. Teniendo en cuenta las 4 que pasamos en San Francisco disfrutando de la hospitalidad de Mrs. S y Mr. T, nos quedaba improvisar en 11 noches de motel de carretera. Las vistas desde el hotel de Miami. Triunfamos bastante con éste, no lo vamos a negar Y como todo en la vida, la experiencia es la madre de la ciencia. La primera noche de motel en Tallahassee no teníamos ni idea de lo que era caro o barato para una habitación con 2 lechos queen size, que fuese lo que usamos mientras todo el viaje. Sólo suponíamos que la cosa debía rondar los $80-110. Esa noche recuerdo que preguntamos en varios moteles de las típicas cadenas (Holiday Inn creo recordar que fuese uno de ellos) y nos parecieron caros, todos en torno a $140. Bajamos la exigencia un par de escalones y acabamos durmiendo en un Motel 6 por menos de $60, café mañanero y wifi incluidos. Como experiencia exótica pues bien, pero demasiado justo para repetir. Quedó diáfano que aquella noche plantamos el límite por debajo. Tendríamos que irnos un escaso por arriba de los $60 por noche para que los vecinos no nos aparcaran un hummer cargado de subwoofers en la puerta, que no diera grima meterse en la ducha y las colchas no estuvieran llenas de chinazos y de cercos grasientos de dudosa procedencia. Le Pavillon. Hotelaco en Nueva Orleans, por algo más de 30? por barba cada noche. Su piscina en la azotea fuese testigo de momentos épicos... La segunda noche de motel de carretera, que fuese la que pasamos en Lufkin, TX, dimos en el clavo. Por $99 nos metimos en un Best Western que resultó cojonudo, cómodo, suficientemente limpio y con todo lo que podíamos solicitar (sobre todo habiendo pasado la noche previo donde la habíamos pasado), este tenía: piscina, wifi en la habitación y desayuno buffet abierta (buffet de porción y no tanto de variedad, con unas maravillosas tortitas con la manera de Texas). Tanto nos moló, que desde ese día le mostramos toda la fidelidad que fuese probable a esa cadena, finalizamos durmiendo 5 noches en Best Westerns y los acabamos denominando como "casa" ("Mira! ahí hay un casa!!") La típica habitación de Best Western. Puede que te toque con las lechos mirando para el otro lado y esa será toda la variación que te puedes encontrar... En Texas usan turbinas de Black Hawk para los aparatos de aire acondicionado Además, dormimos otras 3 noches en moteles que aparentemente no pertenecían a ninguna cadena, como el Region Inn ($88-cutre) en Farmington, NM; el Vagabond Inn ($101-correcto) en Bishop, CA; o el Artichoke ($105-cutre y con olor a curry) en Castroville, CA. Al final, los precios se movieron alrededor de los $105-110 por noche. Cambiando a ? y repartiendo entre 4, salíamos cada uno a unos 22?. Realmente muy barato. (Pudimos haber cutreado hasta el extremo durmiendo todo el viaje en moteles de $60-70 por noche, pero esto habría sido sólo un chico ahorro, y la democracia gorilesca decidió que no merecía la pena). Hay que decir que todos los moteles que acabamos de nombrar tenían wifi en la habitación (en el Motel 6 de Tallahassee por un extra de $3 por noche),desayuno buffet y máquina de hielo. Estas tres cosas suponen un economico considerable de otros gastos: en primer lugar, lo de la wifi faculta ahorrarse una pasta en teléfono si tiras de whatsapp, skype o parecida para hablar con España (la velocidad de la conexión suele ser decente); y lo del desayuno buffet (aunque no suele ser muy variado), faculta ponerse como un salvaje a primera hora de la mañana y así, en la mayoría de los casos, simplificar la comida o tirar hasta la hora de cenar con un sándwich veloz estilo ?on the road?. Best Western en Amarillo, TX. Motel de autopista de libro Sobre el asunto de las reservas, los primeros días fuimos a la aventura, preguntando puerta por puerta y cogiendo habitación sobre la marcha. Hasta que nos acercamos a Utah, donde el turismo masivo de los parques nacionales casi nos deja durmiendo en el coche en Farmington. Así que esa misma noche reservamos los de los dos días siguientes: el Ramada de Green River y el Best Western de Page, donde de haber llegado sin reserva, posiblemente nos habríamos encontrado el NO VACANCY en la puerta. Desde la habitación de Las Vegas reservamos el del día próximo en Bishop. Y en California volvimos a ir a la aventura, con la mala suerte del maldito festival de Monterey que nos hizo perder la tarde entera dando vueltas y terminar regresando sobre vuestros pasos al pueblo anterior. El Mirage de Las Vegas estaba bastante bien, aunque nos coincidió en fin de semana y el precio, sin ser caro, tampoco fuese un chollo... Así, con la experiencia que acumulamos en el viaje, vuestro consejo para el asunto de las reservas es realizarlo de la forma siguiente: 1. Reservar los hoteles de las ciudades con semanas o inclusive meses de antelación. Porque realizarlo el día antes puede disparar el precio o directamente puedes encontrarte el hotel lleno. Además, esto sirve para colocar tres o cuatro chinchetas gordas en el mapa y ayuda a encuadrar mejor las etapas. 2. Ya sobre el terreno, reservar 2 o 3 días antes los moteles en los pueblos de las zonas más turísticas, cerca de los parques o las playas. Si no lo haces, seguro que también acabas encontrando sitio, pero después de haber perdido 2 horas dando vueltas y puede que pagando $50 o hasta $100 a mayores. 3. En las zonas menos turísticas, como los estados del sur profundo, Texas o Nuevo Mexico no hace falta ir con la reserva hecha. Es sencillo descubrir habitaciones libres en el primer espacio que veas con buena pinta. Si te parece justo el precio, te quedas. Esto flexibiliza la ruta y te ahorra el rato que te tiras reservando el motel por internet.
viernes, 7 de febrero de 2014
Cosas de broma, ¿POR CUÁNTO OS SALIÓ LA BROMA! VOL.II
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