Humor, política y todos los artículos de actualidad!!!

Breaking

martes, 11 de febrero de 2014

Cosas de broma, «El viento en un violín»

MADRE SÍ HAY MÁS QUE UNA Texto y dirección: Claudio Tolcachir. Escenografia: Gonzalo Córdoba Estévez. Iluminación: Omar Possemato. Reparto: Inda Lavalle, Tamara Kiper, Miriam Odorico, Araceli Dvoskin, Lautaro Perotti, Gonzalo Ruiz. Festival de Otoño en Primavera Naves del Español-Matadero Madrid Por más que «El viento en un violín», una hermosa, divertida y patética reflexión sobre la maternidad, pueda ser la más política ?entendiendo lo político en su acepción amplia, la que abarca lo sociocultural? de las tres entregas de la trilogía de Claudio Tolcachir, sería un yerro comprender este nuevo y feliz estreno como una obra política. Al cabo, aunque el director argentino coge posición por primera vez al decantarse emocionalmente por la pareja de lesbianas pobres que harán lo indecible por tener un hijo frente a la señora adinerada y madre castradora, también sitúa a sus criaturas al margen del abismo y las confronta al ridículo: Lena y Celeste, tan inmaduras, llegarán a violar a un joven ?que arriba no será el idóneo? para lograr su propósito. Como la superior «La omisión de la familia Coleman» y la no menos excepcional "Tercer cuerpo" (aunque su repercusión afuera menor), «El viento en un violín» es, ante todo, un foto humano que viene a recordarnos que vivimos en un chico y desordenado universo en el que las cosas no siempre salen como queremos. Lo hace, de nuevo, analizando ese microcosmos que es la familia, con sus egoísmos, intereses y secretos, el mismo paisaje de la primera fracción del ciclo y, a su forma ?¿qué, sino otra familia, mal avenida, es el ámbito laboral??, de la segunda.Una de las claves del teatro de Tolcachir es su huida de toda grandilocuencia: Hablad del tio sin intención aleccionadora desde chiquitas anécdotas de seres cotidianos. Su teatro se cimienta en el actor y su dirección es coherente con lo anterior, acoplándose a una empresa que es a su vez casi una familia. De hecho, volvemos a ver al reparto de «Coleman», y se dan inclusive similitudes en sus papeles: el Marito esquizofrénico de aquélla vuelve a descubrirse con Lautaro Perotti en el Darío inestable y malcriado ?un personaje que merece un tratado aparte sobre la educación que damos a vuestros hijos? de «El viento en un violín», de la misma forma que Tamara Kiper salta de la esforzada Gabi a la cándida Celeste, la cuasi niña empeñada en portar en su vientre a un hijo. Todos, como la madre egoísta y manipuladora, una estupenda Miriam Odorico, la sirvienta encarnada por Araceli Dvoskin ?su abuela en «Coleman» era otro hallazgo?, el psicólogo que no da crédito a lo que se le viene arriba de Gonzalo Ruiz o la decidida y algo macarra Lena de Inda Lavalle, cuajan una forma de comprender la actuación que no tiene que ver con métodos sino con complicidades y que se ajusta a medida a la escritura de Tolcachir, capaz de empapar de humor negro las situaciones más demenciales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario