Estupides en linea o para llevar?

Una de las capacidades más notables del ser humano es la de constantemente evidenciar su estupidez. Es por eso que la necesidad de un evento supernatural que acabe con todo no solo es necesaria… Es urgente. Para reafirmar mi sentir hago eco de uno de mis himnos noventeros favoritos que en su coro exclama: “black hole sun won’t you come, won’t you come to wash away the rain”.
En la era digital todo se vuelve digital y la estupidez no podía ser la excepción. Probablemente el lugar donde se cosecha y reproduce a ritmos alarmantes es en el Facebook. Está bien: lo acepto. No todo en Facebook es pérdida de tiempo; puede tener usos productivos, sin embargo, muchas veces la tecnología antes que ser una señal de progreso es todo lo contrario. Las redes sociales, por ejemplo, están demostrando ser, más que nada, un instrumento a través del cual el ser humano comparte públicamente su estupidez con otros seres humanos. Aquí mis evidencias:
Ellas en su perfil reciben más comentarios que bandas independientes, políticos o artistas juntos. Tal vez las reconozcan por la cantidad de fotografías en ropa interior que ellas mismo se toman frente al espejo del baño. A veces son tan coquetas que hacen el ademán de mandar un beso, guiñar el ojo, acariciarse el cabello con una mano y sostener la cámara con la otra; otras veces se hacen las desentendidas y miran hacia un lado, pretendiendo ignorar que sus 3500 contactos masculinos no están babeando frente al monitor de sus computadoras o celulares inteligentes (ojo, que el celular sea inteligente no implica que su usuario lo sea). El punto máximo de la estupidez no tarda en manifestarse. Generalmente a los dos minutos de publicadas dichas fotografías, alrededor de 235 comentarios que alagan la belleza de estas divas, aparecen: “qué guapa…” “como siempre tan linda”, “belleza” “uff, que foto ”, etc.
Como si esto fuera poco, el ego inflado de la diva le da el poder de postear cualquier cosa fingiendo las capacidades expresivas de una niña de cinco años: “triste, buuuu”, “feliz =)”, “hambrecita”, y de todas formas recibir las respuestas de los seres solitarios, tristes y patéticos que hacen su lista de contactos. Estas divas han demostrado tener la capacidad de dominar por medio del deseo a ejércitos enteros de hombres cachondos. No me cabe duda de que en poco tiempo desplazarán al Estado, a los medios de comunicación masivos y a los líderes políticos y religiosos de sus espacios de poder y dominio de masas. Señal del fin del mundo número 1.
En Facebook las relaciones de pareja son cada vez más públicas, por ende, potencialmente más controversiales. “Soltero”, “casado”, “en una relación” “tiene una relación con ……”, y mi favorita “es complicado” son las alternativas que la red social ofrece para hacer público el estado civil y amoroso de sus usuarios. Esto no parece tan grave, sin embargo en más de una ocasión me he topado con casos en los que mis contactos informan en tiempo real de sus conflictos amorosos y la inestabilidad de sus relaciones de pareja. Ejemplo: “Anita pasó de tener una relación con Juanito a estar soltera”. Inmediatamente aparecen numerosos “me gusta” y los comentarios de apoyo de las mejores “amiguis” no se hacen esperar: “fuerza amiga”, “Esa es amiga, pa adelante”, “el viernes al puñal”, etc. Una semana más tarde, después de borrar todas las fotos con su ex y de una serie de comentarios reivindicatorios: “Anita pasó de estar soltera a es complicado”. Dos semanas más tarde “Anita tiene una relación con Juanito”. Gracias Facebook, los problemas de pareja de los otr@s ya son de tod@s. Señal del fin del mundo número 2 =S.
El colmo de la banalidad y la insensatez es esta nueva tendencia en Facebook de postear las cordenadas de la lujosa locación gastronómica en el que se almorzó o cenó. Ejemplo “Benito estuvo en el Noé”, “Carlitos comió en Los Muelles”, “Pepito estuvo en El Ventanal”, etc. ¿Qué necesidad tiene esta gente de informarle a todos sus contactos del lugar de lujo en el que comieron? ¿Por qué carajo debería importarnos? ¿POR QUÉ?. Como a Condorito no me queda más que exigir una explicación antes de caer de espaldas y hacer ¡!!PLOP¡¡¡. La extrema banalidad y el sin sentido en el mundo virtual: señal del mundo número 3.
Estas muestras de narcisismo descarado, sobreexposición, banalidad y sin sentido colectivo me llevan a una conclusión: el fin del mundo más que una realidad inminente es, hoy por hoy, una responsabilidad que debemos asumir lo antes posible.

Fuente: http://radiococoa.com