Un hombre tenía unos boletos para la final del Mundial de fútbol. Cuando se sienta, otro hombre se le acerca y le pregunta si está ocupado el asiento junto a él.
- No -le contesta-, está desocupado.
- Es increíble que no haya venido su dueño -dice el hombre-. ¿Quién en su sano juicio tiene un asiento como éste para la final del Mundial, el mayor acontecimiento del mundo, y no lo usa?
Le responde el primero:
- Bueno, en realidad el asiento es mío. Lo compré hace 2 años. Se supone que mi esposa me iba a acompañar, pero falleció. Éste es el primer Mundial en el que no vamos a estar juntos desde que nos casamos en 1982.
- Oh... Qué pena me da oír eso. Es terrible, pero ¿no pudo encontrar a alguien más, no sé... un amigo o pariente o incluso un vecino para que usara el asiento?
El hombre niega con la cabeza.
- Pues no. Todos están en el entierro.
Era un arbitro tan casero, tan casero, que arbitraba los partidos en bata y zapatillas de andar por casa.
Están quinientos mil chinos jugando al fútbol dentro de una cabina de teléfonos, y de pronto uno de los equipos marca un gol, y el portero le grita a la defensa.- Joder si es que me dejais solo coño.
Llega Maradona gritando a su casa:
- !Mi amor, mi amor! Te tengo dos noticias, una buena y la otra mala. La buena es que dejé la droga.
- ¿Y la mala?
- ¡Que no sé dónde, che!
¿Por qué a Bin Laden le han hecho del barça?
- Porque ya que no pueden matarlo que sufra para siempre
Este era una vez un jugador tan malo, pero tan malo, que cuando metió un gol, en la repetición lo falló.
¿Por qué le llaman al Atletico el equipo Papa Noel?
Porque es rojo y blanco y está lleno de paquetes.
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